lunes, 15 de abril de 2013

TECNOFILIA.

En la última clase de la semana pasada estuvimos viendo de qué manera había ido evolucionando la sociedad de la información, cómo han ido cambiando las materias primas, las herramientas (entendiendo estas como utensilios que nos permiten ampliar nuestra capacidades, nuestras posibilidades físicas), a lo largo de las eras, desde la piedra para fabricar lanzas, hachas... en la edad de piedra hasta nuestros días, pasando por diferentes revoluciones y cambios de gran importancia. Primero surgió una revolución agrícola en la que empezaron a utilizar a los animales como fuerza de trabajo, después, años más tarde, la revolución industrial permitió la difusión de la cultura con nuevos inventos como la imprenta o la máquina de vapor, entre otros muchos. Por último, se dice que en la actualidad estamos inmersos en una revolución tecnológica, en la que la materia prima necesaria en nuestra sociedad, aquella que antes era la piedra, ahora es internet, la necesidad de estar conectados. 


Con esto además, nos damos cuenta de que el ritmo del desarrollo y los avances en las eras ha ido siendo cada vez menor, pues mientras que la edad de piedra duró varios millones de años la revolución industrial abarcó un siglo aproximádamente. 

Bien, mientras estábamos escuchando en clase a la profesora, salió el un término el cual personalmente nunca había escuchado: tecnofilia. Me surgió la curiosidad de investigar más sobre ese término, ya que desde el principio supuse que se trataba de un exceso en la utilización de la tecnología, la creación de un sentimiento de necesidad hacia la tecnología, y así es, tecnofilia se descompone en las palabras Tecno = tecnología y Filia = afición, simpatía, es decir, afición por la tecnología. Hay distintos grados de tecnofilia, dependiendo de la atracción o la dependencia que el tecnófilo tenga hacia las tecnologías. Un tecnófilo puede depender hasta tal punto de la tecnología que podrá incluso llegar a convertirse en una obsesión. 

    

Los mayores tecnófilos suelen comprar las últimas versiones de los nuevos dispositivos electrónicos una vez que apenas salen al mercado, aún cuando sus precios son exorbitantes, sienten la necesidad de estar a la última, de tener la tecnología punta desde el primer momento a su alcance. 

Actualmente la gran mayoría de las personas tienen algún grado de tecnofilia por la gran dependencia que la sociedad actual ha generado hacia las tecnologías. Pero esta dependencia a lo nuevo, a lo innovador, no es solo característico de nuestra sociedad actual, si no que desde siempre el ser humano ha sentido admiración por aquello que es nuevo, desconocido o poco asequible para él. 


Un saludo :)




2 comentarios:

  1. Que buena entrada Begoña.
    Muchos besitos, pasa por mi blog centineladelaeducacion.blogspot.com.es

    ResponderEliminar
  2. ¡Muchas gracias Marina!
    En un ratito hago recorrido por los blogs :P

    ResponderEliminar